Normas ISO y coronavirus
La convulsa situación que ha puesto frente a nosotros la alerta sanitaria mundial, deja de manifiesto la escasa preparación de muchas empresas, la cuales se han visto desbordadas ante la pandemia. En este artículo queremos profundizar en la importancia de las normas ISO y sus ventajas competitivas frente al Covid-19.
Muchas organizaciones se han dado cuenta que en situaciones extremas —que no habían sido previstas— su capacidad de respuesta y actuación ha sido prácticamente nula. La terrible consecuencia: muchas empresas han tenido que detener su actividad de forma temporal o incluso han tenido que cerrar para siempre.
Cuando insistimos en la importancia de trabajar con una organización orientada a la calidad es debido, entre otras muchas cosas, a situaciones como las que estamos viviendo y que, presumiblemente, volverán a ocurrir planteando escenarios diferentes pero igual de complicados.
Las empresas deben estar preparadas ante las adversidades provocadas por entornos cada vez más globales, volátiles y, por tanto, poco predecibles.
La mayoría de empresas se encuentran redefiniendo su estructura a marchas forzadas para adaptarse a la nueva situación: rediseño de planes, decisiones arriesgadas de última hora, despidos, ERTES, revisión de procedimientos.
En cambio, aquellas que se rigen por un trabajo basado en un plan de calidad y normas ISO han encontrado ventajas competitivas muy potentes frente al resto de empresas de su sector.
Las empresas que siempre han trabajado a partir de la calidad, no deben rediseñar de forma profunda su estructura, simplemente revisar sus procedimientos, pues estos ya se hallan preparados y estandarizados frente a posibles contingencias.
Podríamos decir que las normas ISO nos preparan en diversos ámbitos:
- Protegen la salud de los trabajadores
Desde luego, la salud es el tema más importante de todos al enfrentarnos al coronavirus.
Muchas empresas se han visto desbordadas y han sufrido importantes focos de contagio al no saber cómo tratar este tipo de situaciones que nunca habían contemplado.
Normas como la ISO 45001 ya establece una serie de regulaciones y casos. De este modo, no es necesario implantar a la ligera un plan de salud sino simplemente revisarlo y actualizarlo.
Las empresas que ya trabajaban con estándares de salubridad y seguridad, además de garantizar la salud de sus trabajadores —lo cual es lo más importante— se han encontrado con una situación realmente privilegiada frente a otros competidores que incluso han tenido que cerrar y abandonar el mercado.
- Protegen la información y las comunicaciones.
Muchas empresas han visto como el teletrabajo ha cambiado sus rutinas y ha puesto patas arriba los sistemas de gestión de la información de sus empleados, amenazando gravemente los datos más sensibles.
Por ejemplo, la ISO 27001 ya prevé las actuaciones que habría que seguir ante contingencias como la pandemia vivida. Por lo que la protección de datos y de información sensible se encuentra garantizada.
- Planes de continuidad
Algunas normas como la ISO 22301 resultan fundamentales en estos casos, pues sus estándares se centran en la supervivencia de la empresa en situaciones tan excepcionales como la que estamos viviendo.
Las empresas que trabajan bajo estos estándares se encuentran mucho más preparadas, pues han desarrollado un plan de actuación que establece todo tipo de escenarios y reacciones.
- ISO 9001
Cómo es lógico, una norma tan importante como la 9001 será la que coordine todas las acciones —orientadas a la calidad— que desempeña la empresa.
Su capacidad de actuación es tal que permite fortalecer la estructura empresarial a todos los niveles: costes, personal, trato con proveedores y clientes, imagen corporativa, estructura organizativa, sistema de producción, etc.
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