Cultura de calidad y norma ISO 10010:2022
El concepto de calidad total materializa la clara vocación que muchas empresas han empezado a implantar en sus Organizaciones y en sus sistemas de gestión. Hoy profundizamos en el concepto de la cultura de calidad y su verbalización a través de la norma ISO 10010:2022.
Parece que, en la actualidad, las empresas que no están orientadas y preocupadas por la calidad se encuentran destinadas a quedarse atrás, al no poder adaptarse a los continuos cambios y problemáticas que presentan todos los sectores de actividad.
En los inicios, las empresas se limitaban a implantar algunas normativas y normas ISO pero no tenían un enfoque estratégico —a largo plazo— orientado a una verdadera cultura organizativa basada en la calidad.
Ahora, no basta con aplicar una serie de normas, las empresas deben tener una estructura transversal con una clara vocación hacia la calidad total y la mejora continua.
Así pues, la cultura de calidad no es solo aplicar una serie de normativas, sino que todas y cada una de las partes de la Organización tienen que interiorizar la importancia de este proceso y trabajar en una misma dirección en el corto y largo plazo.
La norma ISO 10010:2022 establece el concepto de Cultura Organizacional como: el apoyo y logro de la política y objetivos de calidad, y la entrega de productos y servicios que satisfagan las necesidades y expectativas de los clientes y otras partes interesadas relevantes.
Elementos de la cultura de calidad
Esta cultura basada en la calidad como única vía para alcanzar la diferenciación frente a los competidores se alcanza según una serie de conceptos clave:
- Definición del concepto de calidad en mi propia Organización: La empresa debe definir el nivel de calidad que se pretende alcanzar, basándose en las normativas y normas ISO que se quieren implementar. Para determinar los niveles de calidad alcanzados habrá que establecer unos objetivos y controlar las desviaciones respecto a ellos.
- Filosofía de calidad: La empresa debe establecer los parámetros en los que basar su particular concepto de calidad: satisfacción del cliente, cumplimiento de plazos, reducción de inconformidades o devoluciones, respeto por el medio ambiente.
- Establecimiento de objetivos: Para alcanzar los niveles óptimos de calidad en los que basar mi estrategia, deberé identificar y establecer unos objetivos concretos que marquen el éxito de las estrategias de calidad. Esos objetivos deberán ser concretos, reales, alcanzables y medibles.
- Implicación de los trabajadores: una orientación basada en la calidad solo se podrá conseguir si todos los miembros de la Organización trabajan en la misma dirección. Desde el peón o trabajador más básico hasta el último directivo. Todos deben interiorizar la importancia de trabajar según un axioma único e inequívoco: la calidad.
- Delimitación de responsabilidades: una vez que todos los trabajadores son partícipes del proceso, se deberán depurar responsabilidades para que cada miembro de la Organización sepa cómo puede contribuir su trabajo a alcanzar el objetivo general.
- Partes interesadas: Por último, la cultura basada en la calidad solo se podrá conseguir si contamos con el apoyo no solo de nuestros trabajadores sino también de otras partes interesadas, esto es, aquellas que influyen en mayor o menor medida en mi proceso productivo: proveedores, distribuidores, cadena logística, empresas externalizadas, autoridades, etc.
Cultura de calidad y software de gestión de calidad
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