Para qué sirve la norma ISO 18743 sobre la detección de Trichinella
Hoy queremos hablar de la norma ISO 18743, una norma mucho menos conocida si la comparamos con las normas más habituales —como pueden ser la 9001 o la 14001— pero, debido a la actual preocupación sanitaria, este tipo de normas sanitarias o relacionadas con la salud cada vez son más habituales en las empresas, o en los medios de comunicación.
En concreto, la ISO 18743 propone un método para la detección de larvas de Trichinella en piezas de carne destinadas al consumo humano, por lo que es una norma muy importante en aquellas empresas que comercian con alimentos, especialmente si las operaciones se encuadran dentro del comercio internacional.
La trichinella se encuentra presente en el intestino delgado de mamíferos y aves —también en reptiles—. Su aparición más habitual es cuando se ingiere carne de cerdo, principalmente, en estado demasiado crudo.
La pandemia del coronavirus ha motivado que las operaciones internacionales en las que se comercializa con alimentos sufran controles de calidad y sanitarios más exhaustivos.
La población se halla mucho más concienciada respecto a realizar rigurosos controles en todo lo que tiene relación con la alimentación. La salud ha pasado a convertirse en una de las preocupaciones más importantes según las últimas encuestas.
De hecho, recientes estudios demuestran que los consumidores pasan mucho más tiempo en los supermercados o tiendas de alimentos, debido a que realizan un estudio mucho más pormenorizado de los alimentos que añaden a la habitual cesta de la compra.
Para las empresas, lo que podría suponer una amenaza del entorno en el que operan, se convierte, más bien, en una ventaja competitiva frente a sus rivales comerciales.
Las empresas que invierten en sistemas de calidad y se someten a rigurosos controles contarán con un mayor respaldo por parte de los consumidores, los cuales, como acabamos de argumentar, valoran mucho más este tipo de medidas.
Además, en muchas operaciones y mercados internacionales estos controles sanitarios son un requisito ineludible para poder acceder a los circuitos comerciales.
Hace pocas semanas, en octubre de 2020, la UE publicó un nuevo Reglamento sobre el control de la triquina. La nueva normativa persigue un objetivo claro: armonizar los criterios de diversos países en relación a los estándares marcados por la norma ISO 18743.
De hecho, fue España uno de los principales países que han motivado esta actualización del proceso de seguimiento de la triquina, ya que nuestro país es uno de los exportadores más importantes de carne de cerdo.
En las operaciones de exportación hacia otros países europeos, la carne se encontraba en muchas ocasiones con trabas por parte de los países, ya que los procedimientos de control resultaban del todo diferentes dependiendo del país importador.
Con el nuevo Reglamento, en consonancia con la ISO 18743, se permite el corte de las canales procedentes de cerdos domésticos en más de seis trozos en una sala de despiece situada en las mismas instalaciones o en salas contiguas al matadero antes de conocer los resultados del análisis de triquina, siempre y cuando se garantice el cumplimiento de ciertos requisitos sin que suponga un menoscabo en las condiciones de seguridad para los consumidores finales de dichos productos.
En todo caso, el operador debe garantizar la plena trazabilidad de los productos y la carne nunca puede salir de la sala de despiece hasta que se disponga de los resultados.
En Quattro llevamos más de una década asesorando a las empresas en lo que se refiere a la implantación y aplicación de las normas ISO. Además, hemos desarrollado el software de gestión de calidad Q-bo.org que permite que el proceso de implantación sea mucho más rápido y eficientes.
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