Ciclo de mejora continua o PDCA
La mejora continua es un concepto fundamental para todas aquellas empresas que quieran implantar un sistema de gestión de la calidad. Como la propia palabra nos evoca, es un proceso continuo que se debe mantener en el tiempo, sin el cual nuestra organización no podrá implantar su sistema de calidad ni las actuales normas ISO.
Según enuncia la propia norma ISO 9001:2015 la mejora continua se basa en estos aspectos fundamentales.
- Compromiso inequívoco de la alta dirección de la empresa (liderazgo). Como ya sabemos, las normas ISO hacen especial hincapié –sobre todo en sus nuevas versiones- en la importancia de la alta dirección empresarial, que debe ser la responsable de motivar al resto de estamentos y trabajadores. Esto ayudará a que la implantación sea lo menos traumática posible, ganando en eficacia y eficiencia a la hora de gestionar el proceso.
- Detección de “no conformidades”. La empresa deberá detectar las posibles desviaciones frente a los objetivos previstos así como todos los incumplimientos de los requisitos que dicta la norma.
- Planteamiento, realización y eficacia de acciones correctivas, para incidir sobre la causa que motivó la no conformidad, y que esta no se vuelva a repetir.
- Detección del riesgo y su control, de aspectos emanados del Entorno Interno, Externo, de las Partes Interesadas y de los Procesos de la Organización
- Detección de oportunidades y su gestión emanadas del análisis del Entorno Interno, Externo, de las Partes Interesadas y de los Procesos de la Organización
Puedes leer más artículos sobre este tema en nuestra sección: Mejora continua en la empresa.
Pues bien, una vez que tenemos clara la definición de mejora continua y su importancia, vamos a explicar qué es el ciclo PDCA o ciclo de Deming.
El ciclo de Deming, debe su nombre al estadístico norteamericano Edwards Deming y es el acrónimo inglés de Plan, Do, Check, Act. En español, se conoce como PHVA (planificar, hacer, verificar y actuar).
El ciclo PDCA es un conjunto de actividades y herramientas que nos ayudan a mejorar nuestro sistema de gestión, de una forma sostenible y continuada en el tiempo. De hecho, estas implementaciones se deben llevar a cabo al menos de forma anual.
Fases del ciclo Deming
Por lo tanto, el PDCA establece una serie de fases o etapas que las empresas deberán organizar para mantener su plan de calidad. En concreto, las cuatro fases que componen el ciclo son:
- Planificar: Es la primera de las fases, y en ella deberemos establecer una planificación detallada de las acciones a realizar. Como estamos en una fase de estudio previo, deberemos considerar elementos fundamentales como los recursos disponibles que tenemos, asignación de tareas a cada departamento o trabajador, tiempos y plazos previstos.
- Hacer o Ejecutar: En esta fase, deberemos poner en práctica el plan previsto y diseñado en la fase anterior.
- Verificar: Debemos de tener en cuenta, que a partir de ahora y de forma continuada, deberemos ir midiendo las posibles desviaciones respecto a los objetivos marcados. Por lo tanto, esta fase es de vital importancia para conseguir la mejora continua. Cuando identifiquemos una desviación, deberemos establecer medidas correctivas sobre la marcha, y pasado un tiempo, comprobar que esas medidas son eficaces
- Actuar: La actuación es un proceso continuo. Deberemos determinar los resultados obtenidos, las desviaciones encontradas y volver a tomar decisiones de actuación, para de este modo, reiniciar de nuevo el ciclo.