El método SMART en calidad

El método SMART en calidad

Estrategias de gestión: Método SMART

Dentro de nuestra sección «Estrategias de gestión» en la que vamos analizando algunas de las estrategias más conocidas y aplicables al sector de la calidad y normas ISO, hoy queremos profundizar en el conocido método SMART.

Este método fue formulado por primera vez en 1981 por el estudioso y experto en temas de gestión George T. Doran. Ejerció gran parte de su vida como consultor para todo tipo de empresas. También fue director en la Compañía de Aguas de Whasington.

Desde luego, su aportación más célebre fue la de la estrategia de fijación de objetivos SMART. Esta teoría apareció en su artículo «Thereis a SMART waytowritemanagement´sgoals and objetives» (traducido al español sería: «Existe una forma inteligente de escribir metas y objetivos»).

Pero ¿cómo escribes objetivos trascendentales?El propio George T. Doran decía lo siguiente:

Todos los administradores están confundidos por todos los seminarios, libros, revistas, asesorías recibidas, etc. Por lo tanto, me permito sugerir que cuando se trata de escribir objetivos efectivos, directivos, administradores y supervisores solo tienen que pensar en el acrónimo SMART. Idealmente hablando, cada objetivo o meta de cada institución, departamento y jefatura debe ser SMART.

En realidad, aunque SMART es la palabra inglesa que alude a inteligencia, en este caso es un acrónimo que establece una serie de criterios que debería cumplir cualquier proceso de fijación de objetivos.

Básicamente, Doran formulaba que la fijación de cualquier objetivo solo será eficaz si ese objetivo cumple una serie de requisitos: Specific, Measurable, Assignable, Realistic, Time-Related.

  • SPECIFIC: Específico

Los objetivos que se marque cualquier Organización deben ser precisos y concretos. Es decir, de nada sirve fijar objetivos ambiguos o escasamente definidos, por muy buenos que sean. Si definimos objetivos debemos concretarlos, por ejemplo, en términos monetarios o porcentuales; solo de este modo se podrán transmitir a las personas implicadas y se podrán tomar las medidas necesarias para conseguirlos.

  • Measurable: Medible

Los objetivos que fijemos solo serán válidos si estos se pueden cuantificar o medir de alguna forma. Una vez que el objetivo se puede medir, se podrán concretar medidas que establezcan el grado de consecución de dicho objetivo y las posibles desviaciones. Normalmente se pueden relacionar con un indicador.

  • Assignable: Asignable a alguien

De nada sirve fijar unos objetivos medibles y precisos si después no tenemos en nuestra organización a nadie que pueda dedicarse a su consecución. Obviamente, deberemos tener un responsable y un grupo de trabajadores formado y con los conocimientos adecuados para tratar de alcanzar el objetivo propuesto.

  • Realistic: Realista (alcanzable)

Por supuesto, los objetivos deben ser realistas. Adecuarse a la realidad de nuestra empresa o de nuestro proceso productivo. Fijar objetivos ambiciosos está bien, pero estos deben ser realmente alcanzables, pues, de lo contrario, se puede conseguir el efecto contrario: desmotivación de los trabajadores a la hora de no alcanzar nunca los objetivos establecidos.

  • Time-Related: Marco temporal

Por último, los objetivos que se establezcan deberán estar dentro de un horizonte temporal concreto. La consecución del objetivo debe proyectarse dentro de un límite de tiempo. Solo de esta manera se podrá trabajar de forma eficiente en su consecución.

En resumen, la teoría SMART establece que a priori un objetivo no es ni bueno ni malo, sino que debe estar bien o mal formulado. Quizás esta teoría resulta útil a la hora de abordar planes de calidad y estrategias de gestión concretas, es decir, que estén basadas en metas precisas dentro del sistema de calidad de nuestra empresa.

Por ello, el método SMART quizás no sea apto para otro tipo de estrategias más orientadas al largo plazo, pues estas decisiones suelen ser más generales y ambiguas, formuladas solo para establecer un rumbo general y poco específico, es decir, una misión-visión que sirva de motivación y espíritu a otras acciones y planes más concretos.

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