Principios de un sistema de Gestión de calidad
En nuestro artículo semanal queremos afianzar de manera clara las 7 reglas que definen un sistema de gestión de calidad, según las nuevas actualizaciones de las normas ISO, concretamente la de la ISO 9001:2015 de la que ya os hemos hablado, y de la que puedes saber más haciendo clic en el enlace.
Y es que la actualización de las nuevas normas ISO trae consigo una serie de cambios y novedades que afectan desde ya mismo, a las empresas que quieren implantar un sistema de gestión de calidad (SGC).
La implantación de un SGC es algo fundamental para aquellas empresas que quieren hacer de la calidad su seña de identidad en el posicionamiento en sus mercados, lo que derivará en una mejor percepción de los clientes, ventaja competitiva frente a sus competidores, y por lo tanto, en mayores ingresos y reducción de costes.
- Mayor importancia de la orientación al cliente
La satisfacción de las necesidades del cliente es uno de los puntos fuertes de esta nueva forma de entender las normas ISO, que ahora quizá no sean simplemente algo etéreo o teórico, sino que están más orientadas a conocer al cliente y tratar de ofrecerle aquello que realmente necesita. Es decir una empresa orientada al cliente no es solamente cumplir sus requisitos sino sus necesidades y expectativas, también como Parte Interesada
- Alta dirección y liderazgo
Siempre se ha dicho que la normas ISO y la implantación de un sistema de calidad debe implantarse desde la iniciativa de la alta dirección, que deberá ser la que sirva de ejemplo al resto de trabajadores.
Pero ahora también se piensa en los líderes para desarrollar esta iniciativa, es decir, personas que son flexibles ante el cambio y no dudan o no ponen objeciones a la hora de ayudar a la empresa en la implantación de un nuevo sistema de calidad. Personas proactivas que sirven de ejemplo al resto de la organización, por lo que es fundamental saber detectar a estastrabajadorese implicarlos en el proceso general de implantación que desarrolle la empresa.
- Participación de todos los miembros de la organización
Como decíamos, la implantación tiene que nacer de la alta dirección y de los líderes proactivos, pero debemos de implicar a todos los estamentos de nuestra empresa. Todos los trabajadores deben ser debidamente informados de la política de calidad, de los objetivos de calidad pertinentes, de su contribución a la eficacia del sistema así como de los beneficios del mismos y de las implicaciones de su incumplimiento.
- Procesos y procedimientos
Establecer unos procesos y delimitar las tareas de cada departamento es una tarea fundamental para conocer realmente y en profundidad la forma de trabajar de nuestra empresa. Si conocemos cada proceso que se desarrolla, estaremos capacitados para analizarlos, detectar anomalías o rutinas innecesarias, y por lo tanto, mejorarlos en la búsqueda de una mayor eficacia de las tareas.
- Toma de decisiones
A la hora de estudiar y monitorizar los procesos, debemos realizar un análisis exhaustivo basado en todo tipo de análisis, tanto numéricos (indicadores de procesos) como también cualitativos, usando por ejemplo entrevistas constantes con los empleados. Solo de este modo se podrán tomar decisiones coherentes y con una base sólida.
- Mejora continua
Siguiendo esta línea, si somos capaces de plasmar en mediciones objetivas nuestro trabajo, podremos analizar desviaciones y mejorar. Este es el concepto de mejora continua que tanta importancia ha tenido históricamente en el mundo de la calidad y ahora también se pone de manifiesto con el sistema de gestión de calidad.
- Comunicación
La comunicación entre todas las Partes Interesadas de nuestra empresa tiene que ser tan eficiente y constante.
Así mismo todas las partes de nuestro proceso productivo deben de ser informadas continuamente y deben estar interconectadas entre sí. De nada sirve por ejemplo, tratar de mejorar nuestros plazos de entrega con el cliente, si no hemos informado o contamos con un proveedor o distribuidor que pueda servir las materias primas o la mercancía final.
La organización de nuestra empresa debe considerarse como un todo, que se mueva en la misma dirección y que esté perfectamente engrasado en aras de conseguir la calidad continua y la mejora en el proceso.
Desde Quattro.com hemos desarrollado un software de gestión de calidad, llamado Q-bo.org que se adapta perfectamente a las necesidades concretas de cada empresa, que facilita enormemente el proceso de implantación de las normas ISO y los sistemas de calidad.
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