Ventajas de implantar normas ISO en la empresa
Esta semana queremos analizar y enumerar las principales ventajas y beneficios de las normas ISO, al implantarse en las empresas o cualquier otro tipo de organización.
La semana pasada os trajimos un interesante artículo sobre el origen de las normas ISO y otras curiosidades, puedes leer el artículo completo en este enlace anterior: Origen de las normas ISO.
Hoy en día, la implantación de las normas ISO es uno de los principales factores diferenciadores que puede tener una empresa respecto a su competencia, hasta el punto de que casi se convierte en una necesidad básica, esto es, algo que todas las empresas deben cumplir, para no quedar atrás en la carrera competitiva por sus mercados.
Los mercados cada vez son más competitivos, más cambiantes y sobre todo más globales, por lo que una empresa tendrá que competir no solo con las empresas de su entorno más cercano, sino también con otras empresas a nivel global o internacional.
Si a ello le sumamos la premisa fundamental de que cada vez nos movemos en un entorno vez más cambiante, complejo y exigente, y la actual coyuntura económica, la implantación de normas ISO que garanticen nuestra calidad y fiabilidad parece que algo fundamental y básico. O de lo contrario no podremos mantenernos fuertes.
Pero ¿Cuáles son los beneficios de las normas ISO?
Beneficios de las normas ISO
A continuación os dejamos de manera general todo aquello que las normas ISO pueden implicar para nuestra empresa.
- Proceso de producción más efectivo, que implicará una mejora de nuestra productividad.
- La mejora de la productividad revierte directamente en una importante reducción de costes, en términos económicos y de tiempo. Trabajamos más y lo hacemos de forma más eficiente.
- Mejora de la rentabilidad. Esto es una consecuencia directa de lo anterior. Si producimos más, mejor y de forma más barata, estaremos mejorando nuestra rentabilidad.
- Mejora la confianza de nuestros clientes. Una empresa que ha implantado las normas ISO, tiene garantizada unos estándares de calidad que han sido certificados por un ente externo. Lo que dará más confianza a los clientes, que decidirán optar por nuestra empresa antes que por otra que no cumpla estos requisitos.
- Relación favorable con nuestros proveedores. Nuestros proveedores también preferirán establecer relaciones comerciales duraderas con nosotros antes que con la competencia, porque al estar certificados con normas ISO, estamos minimizando errores en los pedidos, reduciendo las incidencias con ellos y mejorando la colaboración. Muchos de ellos también dispondrán de dichas normas y ello facilitará las relaciones garantizando entregas óptimas en términos de tiempo, forma, plazo y calidad.
- Una alta dirección comprometida con el proceso interno de la empresa, con la mejora continua y la calidad. En definitiva, una dirección responsable y comprometida con el trabajo que se realiza en su empresa.
- Trabajadores más motivados. Obviamente, si la dirección está comprometida, los trabajadores y empleados también lo estarán. Además podrán mejorar sus perfiles laborales para adaptarse a las exigencias de la certificación ISO a través de procesos de formación.
- Mejor imagen. Una empresa que ha implantado las normas ISO de manera satisfactoria, está ofreciendo una mejor imagen a todos los sectores y ámbitos que la rodean. Podríamos decir que su publicidad hacia fuera es mejor, por lo que estar certificado puede ser utilizado también como una potente herramienta de marketing que en definitiva implique mejores resultados y mejores ventas.
Si estás interesado en certificar tu empresa con normas ISO, es conveniente que el proceso sea lo menos engorroso y complejo posible. Para ello puedes usar un software de gestión de calidad que te ayude en tu día a día, y te permita que el proceso de implantación sea rápido y sencillo. Evitando duplicidades, procesos innecesarios y sobre todo, generando una correcta información a todas las partes implicadas, como pueden ser trabajadores y miembros de la empresa, pero también agentes externos como clientes o proveedores.
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